Ya se tensó el arco iris
de un sol valiente y arquero,
cuando en aquel aguacero
hizo el espacio doblar.
Fue en el abril tan amado
de las fragancias inquietas,
cuando las gotas coquetas
buscan los haces mojar....
Llegan los trazos de un lienzo
en esas tardes de baño,
cuando las nubes de estaño
dejan los haces cruzar....
Y forman la inmensa diana
de un horizonte curvado,
que allí en el blanco atinado,
logran tu pelo rozar.
Altos y cálidos rayos,
que van clavando sus haces,
y aquí en la tierra las paces
que hacen posible gozar...
Surgen los siete pinceles,
que ya templaron los dioses
dando el color a las flores
al combinarse al azar.
Tal vez aún siga el rocío
que alce el vapor en los campos,
que una llovizna en los antos
dé su caricia al besar.
Ósculos de siete brazos,
fueron pintando los prados,
los cerros y acantilados
de tus contornos copiar.
Só1o fue la luz y el agua,
quienes fundaron lo bello...,
como los mares y cielos
se funden en ultramar.
Todas las formas y cromos
de las beldades perdidas,
como sustancias sencillas
que han de buscarse y plasmar.
Las infinitas mixturas
de los millones de tonos,
todo responde a tus ojos
que da el llorar irisar.
Buscando el arte sumiso
de innumerables vivencias,
al desatar las esencias
de tus sentidos crear.
Tú que dominas el Cosmos
de los violetas y añiles,
de los azules abriles
de tu alegría en el mar ....
Siembras los campos en verde,
siegas los frutos en gualda,
y abres la luz naranjada
del aposento solar.
Como la nieve y su albura,
que lentas bajan los valles,
de los eternos glaciares
que frenan su resplandor.
Para morir en los lagos,
junto al fluir de las fuentes,
que los nacientes torrentes
dan transparencia y color.
Saltan cascadas del iris
sobre las tobas colgadas,
cuando se filtran cromadas
las hijas hebras de luz.
Como bordadas estolas,
que orlan las clines de un fluido,
del cristalino rugido
de un diamantífero alud.
Las gotas gemas del agua,
en su cortina trenzada,
la cabellera rizada
que hizo una ninfa librar....
Cuando jugaron las náyades
por las riberas floridas,
con las saetas caídas,
que en Primavera es amar.